Nuestra Historia
Descubre nuestra esencia
Los Tulares del Abuelo nace en el corazón de las chinampas de San Pedro Tláhuac, un lugar donde la naturaleza y la tradición se entrelazan para crear una experiencia única.
Fundado en 1994 por don Marcos Chavarría Calzada, este espacio es más que un simple salón de eventos; es un legado que se remonta a la herencia de su abuelo, don Marcos Chavarría Corrales, quien le transmitió no solo la tierra, sino también el amor por la cultura y el entorno.
Desde sus inicios, Los Tulares del Abuelo ha sido un refugio para la comunidad, ofreciendo obras de teatro, cuentacuentos y eventos culturales que no solo entretenían, sino que también educaban sobre la importancia de cuidar nuestro medio ambiente.
Con el tiempo, este rincón mágico evolucionó hasta convertirse en lo que es hoy: un lugar donde se celebran bodas, bautizos, quince años, y se montan espectáculos teatrales que han dejado huella, como nuestra ya tradicional obra de Día de Muertos, La Llorona.
Cada visita a Los Tulares del Abuelo es un viaje en el tiempo, un recorrido en trajinera que envuelve a los visitantes en la tranquilidad de los canales y les ofrece la oportunidad de disfrutar de un entorno lleno de vida. Las garzas, los ajolotes, los patos y la flora endémica de la región acompañan cada paso, recordándonos la riqueza de la naturaleza que nos rodea.
El legado de don Marcos no solo ha sido preservar esta tierra chinampera, sino también ser un líder en la comunidad, impulsando actividades que promueven el cuidado ambiental y la cultura local.
Su labor como presidente de la Asociación de Canoeros de San Pedro Tláhuac ha sido vital para mantener vivas las tradiciones, organizando eventos que unen a la comunidad y al mundo con el espíritu de la chinampería.
Hoy, más de dos décadas después, Los Tulares del Abuelo sigue siendo un lugar cálido, acogedor y profundamente mexicano, donde la naturaleza, la cultura y la tradición se unen para crear momentos inolvidables. Aquí, cada evento se vive con magia, y cada visitante se lleva consigo el alma de Tláhuac.