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Foto del escritorRoberto Lozano Albor

En México, el Día de Muertos es mucho más que una fecha en el calendario; es una celebración llena de color, amor y tradición, en la que rendimos homenaje a nuestros seres queridos que ya no están.


Aunque muchos conocen el 2 de noviembre como el Día de los Muertos, en realidad, las festividades comienzan el 1 de noviembre, y cada día tiene un significado especial.


El 1 de noviembre: Día de Todos los Santos o “Día de los Angelitos”


El 1 de noviembre, conocido como el Día de Todos los Santos o Día de los Angelitos, está dedicado a los niños que han partido.


En este día, se cree que las almas de los niños y jóvenes regresan a visitar a sus familias, quienes les preparan ofrendas con sus alimentos y juguetes favoritos.


Los altares suelen tener un toque más dulce, con figuras de azúcar, calaveritas y flores coloridas, especialmente cempasúchil, para guiar el camino de sus almas.


El 2 de noviembre: Día de los Fieles Difuntos


El 2 de noviembre, conocido como el Día de los Fieles Difuntos, está reservado para honrar a los adultos.


Las ofrendas suelen incluir platillos más tradicionales y bebidas como el tequila o el pulque, que se colocan junto a objetos significativos de la vida de los adultos a quienes recordamos.


Un encuentro entre dos mundos: sincretismo cultural


La conmemoración del Día de Muertos es una muestra del sincretismo entre las tradiciones indígenas y las creencias católicas que llegaron con la colonización.


Para los antiguos mexicas y otras culturas prehispánicas, la muerte no era el final, sino una transición hacia otros mundos.


En estas civilizaciones, existía el Mictlán, un lugar al que las almas llegaban después de superar pruebas y etapas.


Así, la mezcla de estas creencias con el Día de Todos los Santos y los Fieles Difuntos dio lugar a la celebración que hoy conocemos.


La fiesta prehispánica: el Festival de los Muertos


Esta festividad también se relaciona con la tradición prehispánica del Miccailhuitontli, una celebración dedicada a los muertos que duraba varios días.


En ella, los mexicas honraban a sus fallecidos con altares y rituales en el noveno mes del calendario azteca.


La unión de este festival con las fechas católicas de noviembre fue lo que generó nuestra actual celebración de Día de Muertos, permitiéndonos conectar con nuestras raíces y honrar a nuestros difuntos con ofrendas llenas de vida.


Así, el 1 y 2 de noviembre nos invitan a recordar a quienes amamos, a celebrar su vida y a sentir que, al menos por un breve momento, nos acompañan nuevamente.

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Foto del escritorRoberto Lozano Albor

El Día de Muertos es una de las celebraciones más emblemáticas de México.


Su origen se remonta a tiempos prehispánicos, y con el tiempo ha evolucionado para incluir elementos del sincretismo cultural.


En la tradición mexicana, el 1 y 2 de noviembre se colocan ofrendas para honrar a los seres queridos que han partido, ofreciendo un puente espiritual entre los vivos y los muertos.


En Los Tulares del Abuelo, nos enorgullece preservar esta tradición milenaria en un entorno que combina la belleza natural de las chinampas con las raíces culturales de nuestra tierra.


A continuación, te mostramos cómo armar una ofrenda de Día de Muertos paso a paso.


1. Elegir el lugar adecuado


El primer paso es elegir un espacio amplio y significativo para colocar la ofrenda.


Idealmente, debe ser un lugar tranquilo donde la familia y los visitantes puedan reunirse en silencio y respeto.


2. Colocar los niveles de la ofrenda


Tradicionalmente, las ofrendas se disponen en diferentes niveles que representan el viaje del alma. Una ofrenda puede tener dos, tres o siete niveles:


  • Dos niveles: representan la división entre el cielo y la tierra.

  • Tres niveles: simbolizan el cielo, la tierra y el inframundo.

  • Siete niveles: representan los pasos necesarios para llegar al descanso eterno.


3. Añadir los elementos esenciales


Cada elemento en la ofrenda tiene un simbolismo especial.


Aquí te compartimos los más importantes:


  • Fotografías: coloca las fotos de los seres queridos que deseas honrar en el nivel más alto. Esto simboliza la conexión con aquellos que han fallecido.

  • Velas: las velas representan la luz que guía a las almas en su regreso. Pueden ser de color blanco, que simboliza pureza, o moradas, en alusión al duelo.

  • Cempasúchil: esta flor es la protagonista de toda ofrenda. Sus pétalos brillantes crean un camino que guía a las almas hacia la ofrenda.

  • Pan de muerto: es una ofrenda tradicional que simboliza la generosidad del anfitrión y la gratitud hacia los difuntos.

  • Agua: se coloca para calmar la sed de las almas que vienen de su largo viaje.

  • Comida y bebida favorita del difunto: se incluyen platillos típicos como tamales, mole, frijoles y bebidas como el pulque o el tequila, según las preferencias del difunto.

  • Incienso o copal: su humo simboliza el paso entre el mundo de los vivos y los muertos y ayuda a purificar el ambiente.

  • Calaveritas de azúcar: representan a los difuntos, pero también son una muestra del humor y la sátira que caracterizan a esta festividad.

  • Papel picado: con colores brillantes, este adorno simboliza el viento y la alegría.


4. Añadir toques personalizados


Cada ofrenda tiene un toque personal, ya que está dedicada a los seres queridos.


Agrega objetos que ellos apreciaban en vida, como libros, juguetes, instrumentos musicales o herramientas de trabajo.


En Los Tulares del Abuelo, invitamos a las familias a compartir relatos y anécdotas de sus seres queridos mientras colocan la ofrenda, creando un ambiente de memoria y gratitud.


5. Rendir un homenaje con música


Finalmente, es común que las ofrendas sean acompañadas por música.


En muchas comunidades, se tocan sones y canciones tradicionales que los difuntos disfrutaban.


La música, junto con los olores y colores, crea una atmósfera de celebración y recuerdo.


Conclusión


Colocar una ofrenda de Día de Muertos es un acto de amor y respeto hacia nuestros antepasados.


Es una tradición llena de simbolismo y espiritualidad que conecta a las generaciones presentes con sus raíces.


En Los Tulares del Abuelo, creemos en la importancia de mantener vivas estas costumbres y en crear un espacio donde las familias puedan rendir homenaje a sus seres queridos de manera auténtica y respetuosa.

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Ciudad de México, 18 de octubre de 2024 — En el marco del Festival Internacional de Día de Muertos 2024 (FIDDEM), la Alcaldía Tláhuac invita a todos a vivir una experiencia única que celebra nuestras tradiciones más profundas, en un evento que abarca los siete pueblos originarios de la alcaldía, con un enfoque especial en San Pedro Tláhuac y San Andrés Mixquic.


Encabezado por la alcaldesa Berenice Hernández Calderón, el anuncio del FIDDEM 2024 contó con la participación de destacados representantes culturales y figuras públicas, incluyendo al diputado Rigoberto Salgado Vázquez, la diputada local Dra. Judith Vanegas Tapia, y la Maestra Silvia Lozano del Ballet Folclórico Nacional de México.


Durante el evento, realizado en el Museo Interactivo de Economía, se destacó el compromiso de Tláhuac con el fortalecimiento de nuestras tradiciones, y se subrayó el impacto positivo en la economía local, a través del turismo, la gastronomía y las artes.


Entre los eventos más esperados del festival, destaca la presentación de la obra ‘La Llorona y El Nahual’, una puesta en escena llena de misticismo y leyenda que tendrá lugar en el jardín chinampa Los Tulares del Abuelo.


Este espacio mágico, ubicado en el corazón de la zona chinampera de San Pedro Tláhuac, ofrece un entorno único que conecta el arte y la naturaleza, brindando a los asistentes una experiencia que celebra la vida y la muerte desde la cosmovisión de los pueblos originarios.


Horarios y fechas:


Las funciones de la obra ‘La Llorona y El Nahual’ serán los días 25, 26, 301 y 31 de octubre con funciones a las 8 de la noche, así como el 1 y 2 de noviembre, con funciones a las 8 y 10 de la noche.


El acceso al jardín se realiza a través de un hermoso recorrido en trajinera que dura 15 minutos, llevando a los espectadores por los canales de la zona chinampera antes de sumergirse en la magia del espectáculo.


Los Tulares del Abuelo se enorgullece de formar parte del programa oficial del FIDDEM 2024, ofreciendo a sus visitantes una inmersión total en la riqueza cultural y natural de Tláhuac.


Con su combinación de tradición, belleza paisajística y una historia milenaria, este espacio se convierte en el escenario ideal para la representación de leyendas tan profundas como la de La Llorona y El Nahual, figuras emblemáticas del Día de Muertos en México.


Ven a disfrutar de esta obra de teatro en un entorno único, rodeado de canales, ahuejotes y una rica biodiversidad que refleja la vida tradicional chinampera de San Pedro Tláhuac.


¡No te pierdas esta oportunidad de vivir el Día de Muertos como nunca antes!


Para más información y venta de boletos, visita la página oficial de Los Tulares del Abuelo: www.lostulares.mx.


¡Viva la vida, también en la otra vida! 🧡

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